martes, 2 de junio de 2009

BATERO THE SHADOWS


-Soy un pendejo de 8 años, ensimismado, escuchando en el Bulitzer:
"See you in my drums", "Te veré en mi batería por The Shadows.
Algo despierta en mi esa canción rockera, las células musicales, talvés;
el tum-tum de los tambores, resonando en el tronco ancestral de mis
antepasados. La radio de la memoria se enciende sola, se prende enseguida.
Toda una película musical pasa por mi mente. El ADN de la música de mi madre, mis abuelos,mis tíos, esos viejos músicos jazzistas que se amanecían tocando en los burdeles de Lota; en el sur; en el apogeo de las minas de carbón. No sé, algo tenía esa canción que cautivó mi instinto musical. ¿ Qué tenía que estar haciendo yo ahí, a esa edad?
Un mojón de 8 años. parado en la Rocola de un restorán de moda. en el tiempo de la
Nueva Ola Chilena. ¿Qué tenía que estar haciendo yo ahí? dejándome llevar por ese ritmo frenético? - Cuando yo a esa edad tenía que andar jugando al trompo y viajando en aviones de papel, sobrevolando los cielos transparentes de la pampa. girando mi cuerpo, como un remolino por las calles pampinas; dirigiendo la rodela de cobre, perdido de caminos, aventuras y alucinaciones infantiles.

Yo tenía que andar persiguiendo remolinos de tierra por la pampa calcinante.
Yo tenía que andar haciendo piruetas en los columpios de la plaza de María Elena.
Elevando volantines desde los techos del Galpon Anglo-Lautaro.
Jugando a las cajetillas y a la Manta; tocando timbres en las casas cuicas y arrancando. Yo debería estar peleando a combo limpio en la parte de atrás de la
Escuela Consolidada con la pandilla de siempre.Yo debería estar lustrando zapatos en la Zapatería El Romeral del Galpón: Yo debería estar; estar buscando billetes viejos en Los Molinos, pero estaba ahí...,hipnotizado, escuchando a The Shadows: "Te veré en mi batería" y llevando el ritmo con los pies, con las manos, con la cabeza, con todo el cuerpo. Yo estaba allí, haciendo eso, escuchando rock, llenando mi mente de música.
¡Qué locura! ¿qué me motivó a escuchar esa canción? que andaba todo el día tarareandola y tocandola en los tarros de la basura, en los postes del alumbrado público, en las micros que llegaban de Tocopilla y seguían hasta calama-Chuqui.
en las calles, callejones, pampas. piscinas o por donde anduvieramos a pie o arrendando bicicletas con mis hermanos.

He estado pensando todo este tiempo sobre eso y ahora mucho más, ahora que estoy dedicado a la música y ella ocupa un lugar muy especial en mi vida; es por eso que no he dejado de pensar en los misterios que tiene la vida; los hilos invisibles que van amarrando los sueños y las aventuras de la infancia y no encuentro explicación para entender, desde niño tanto mundo vivido. Lugares remotos, carreteras, caminos, pueblos abandonados, pueblos fantasmas, pueblos desaparecidos del mapa,por donde nuestros pasos de niños errantes vagaron días y tardes enteras; yo anduve por ellos hollando los caminos que llenaron mi mente de imágenes maravillosas. Han pasado miles de generaciones y yo siempre vuelvo a ese lugar, al Galpón, que era nuestro centro de encuentro, talvés a escuchar esa música que me subió a la Rocola y me hizo viajar en el tren de la memoria. Cierro los ojos y puedo ver todas las casas donde viví mi infancia y vagamente, veo a mis hermanos corriendo, hasta perderse en los remolinos de la pampa y sus sombras se reflejan en los espejismos del desierto.

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