miércoles, 3 de junio de 2009

BAILANDO TWIST CONOCI AL QUIJOTE DE LA MANCHA

La primera vez que escuché a The Rollings Stones fue en la oficina Salitrera María Elena. La canción de moda “Satisfassion”; tenía 7 años y mientras jugaba al trompo, por debajo de las mesas de una casa vecina; donde mi hermano Eduardo compartía con sus amigos del club “Insolación”, los llamados “Malones”, que en la actualidad se le llama “Carrete”. Al momento de escuchar ese tipo de canción, me cautivó de tal manera que dejé de jugar. Hice bailar el trompo. Lo lancé y lo traje de vuelta de inmediato hacia la palma de mi mano, donde lo dejé bailar, mientras , embelezado escuchaba a Mick Jagger delirando con la canción. Encontré interesante ese tipo de música. A mi edad, ya era fanático de twist; de hecho ya tenía en mi cuerpo una victoria por haber ganado un concurso de Twist, en el Sindicato de obreros. En una Olla Común , donde con mis hermanos menores Bernardo y Valentín íbamos a comer porotos con rienda. En una huelga de los trabajadores, donde ellos programaban actividades artísticas y juntaban dinero y ropa para los pampinos.
De cincuenta niños participando en el concurso todos se fueron quedando en el camino hasta que llegué a las finales y obtuve el primer lugar. Así conocí también al Quijote de la Mancha, porque los premios que nos dieron fueron dos: El Quijote de la Mancha, una estuatilla hecha en bronce y un par de bototitos para un niño de tres años. La niña que me acompañó se me adelantó y eligió al Quijote y yo como era mujer no se lo pude quitar me tuve que llevar los zapatos, que se los regalé a mi primera sobrina, la Fabiana, con 3 años en su cuerpo.
Así fue que el twist para mi era pan comido, pero cuando apareció el rok and roll, sentí algo especial dentro de mi; como que movió una fibra interior y sensibilizó mis sentidos porque era una música encantadora, además que estaba de moda. M e estremeció las células musicales que heredé de mi madre y mis abuelos. Esa carga musical que traía en mis venas no se resistieron al escuchar a Los Rollings y quedé pegado por harto rato. Después Gladys, mi única hermana mujer y Pancho cortés, mi cuñado en las fiestas eran los reyes del rock And roll por las noches pampinas.Se pegaban unos bailes como para quedar jadeando; porque el baile es frenético, magnético y loco. Yo quedaba extasiado mirándolos como bailaban, después cuando se masificó, ellos bailaban al compás de Los Blue Splendor de Lucho Zapata y Los Tigres; sin ir más lejos aparecen The Ruther, banda local que hacián bailar a la juventud pampina con aquellos ritmos.

Elvis Presley y el rock de la cárcel.Eran tiempos de twist y del Rock and roll. Los domingos en el cine de María Elena conocímos al rey del Twist: Chuby Cheker; un cantante de color que la llevaba con ese ritmo que hacía vibrar toda la sábana blanca geográfica de la pampa salitrera

El niño de 7 años ya tenía conciencia musical y en esa temprana edad no sé como al escuchar a Los Rollings Stones y el rock llenó de música mis sentidos, cambió el concepto en mi forma de ver y escuchar la música. Imaginar que un niño pampino, ya tenía en su mundo interior todas las melodías atrapadas en su mente y almacenó, talvés para lo que vendría a depararle la música en el futuro.

Bitácora del libro: “SUEÑOS DE UN NIÑO PAMPINO ”

28 de septiembre del 2007

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