SERENA LIBRE
-La vida comienza a los 50 años-
-Cuando tenga 64 años-
escribió Paul Mackarney,
cuando tenía 16 años, sin imaginar
que llegaría a esa edad cantando la canción
y enterraría a Lennon y Harrinson.
Cuando cumplió los 64 echó la casa por la ventana.
Celebró dicho acontecimiento con un merecido carrete.
Cuando yo era un pendejo admiraba a Paul, pero con el paso del tiempo
me reconocí en John Lennon.
-La vejez es siempre más larga que la juventud-
comenta el señor Cordones con filosofía de cuneta
en medio de cervezas cristales y escudos.
-En Tinogasta bebiamos cerveza Quilmes,
con el Gaucho insufrible, y vaciambamos todos los bares-
interviene alguien con ínfulas de hombre de mundo.
-Tengo una pregunta que hacerte-
Me dice el señor Cordones.
He esperado más de 10 años para hacerla
y no puedo dejar pasar esta oportunidad para hacerla.
-A esta hora no atiendo- le replico. Está cerrada la clínica.
atiendo sólo en horario de oficina.No regalo mi tiempo libre.
El hombre insiste: no puedo esperar a que pasen de nuevo 10 años más.
Ahora es cuando. Si o Si. Bueno le digo con voz de terepauta:
Pregunte y sea breve que mi tiempo es oro y no atiendo en la calle
porque no soy ningún charlatán; pero por esta vez haré una excepción.
¿qué previsión tiene? Isapre, Fonasa o es Indigente?
-No me haga más dificil la situación- porque es ahora o nunca.
-Arreglalo con poesía- gritaba desde el lado sur de la mesa el ex- presidente.
Intervenía en cada momento cuando surgia un intercambio de palabras.
aparecía él con su slogan tratando de arreglar la situación como con una especie
de panacea y fué tanto su entusiasmo que provocó un ataque de risas colectivas
incontenibles entre los bebedores y después para el colmo dijo con voz experimentada:
- y eso que eran sólo hojitas y puntitas- igual ayudaron a despegar de las butacas de este bar de Las Tejas.Obviamente la Serena Libre tambien hizo lo suyo.
-El mundo al instinto- vocifera otro sujeto con voz de gurú y habla de cultura ancestral
y sutura la locura.
Amanece la ciuda con ataques de risas y no de tanques de militares. Le comento a la juventud que a esas alturas han secado todas las cervezas. Nadie se da cuenta que ya no existe el toque de queda. Son las 5 de la mañana yen la calle la vida es una fiesta.
La ciudad se convierte en un circo y las calles se llenan de payasos jugosos. Aparecen trapecistas, trapenses, traposos aquilibrando sus trasnochados pasos por la cuerda surrealista de la noche en esta Serena Libre.